Cada ser humano es único e irrepetible. Nuestro modo de ser , nuestras vivencias, todo aquello que nos define constituye nuestra identidad.
En 3ème trabajamos este tema a través de los cuentos literarios.
Por este motivo ... ¿ qué mejor que comenzar el curso dándonos a conocer a los demás?
Este pequeño trabajo de presentación personal , lo hicimos en septiembre. Naya y Max , de la clase de 3ème 7 han querido compartir con nosotros sus escritos.
¡Muchas gracias a los dos por vuestro trabajo !
Soy una adolescente de lo más
normal…
Sufro, me río a carcajadas, también me quedo un buen rato
pensando antes de dormir…
En la vida , algunas personas, me ilusionan, me mienten
y después me piden que sonría.
Para algunos ni existo y para otros soy un personaje secundario en sus vidas.
Sé, tal vez, lo que estáis pensando…pero no soy pesimista, solo
soy realista y sincera.
La sinceridad es lo que más admiro del ser humano.
Soy fiel a mis valores y no me gusta la hipocresía.
Mi estado de ánimo
más corriente suele ser una aparente indiferencia, ya que soy demasiado
orgullosa para expresar mis sentimientos. Un poco como Ron Weasley en Harry
Potter que, casualmente, es una de mis sagas favoritas. Mi libro favorito es el
jilguero de Donna Tartt. Trata sobre un huérfano que « se busca la vida »
como puede y trata de sobrevivir en un
mundo que no conoce.
Yo, a veces, soy el niño, en verdad todos lo somos un
poco . Buscamos todos lo mismo. Sobrevivir las etapas de la vida, sin acabar sufrir demasiado .
La búsqueda de la felicidad de eso trata mi vida. Hay
personas que están en tu vida solo para dar sentido a la palabra felicidad. En
mi caso, suelen ser mi padre, mi perro y mis cinco mejores amigos.
Yo no
pido mucho más ya que lo tengo todo.No me preocupo por el futuro y no le tengo
miedo a morir. Pero temo olvidar, perderme a mí misma, y que me acaben olvidando, a eso le temo.
Como dijo Luter
King si el <<hombre no ha
descubierto nada por lo que morir, no es digno de vivir>>
Lo que da
sentido a mi existencia es mantener
vivos todos mis recuerdos y estar
preparada para todo lo que me espera en la vida…
¿Cómo te llamas?
Normalmente, tendría que empezar diciendo mi nombre, pero no lo considero importante ya que el hecho de que me llame Carlos, Luis o Juan no va a cambiar mi personalidad. Simplemente soy un chico joven al cual le faltan palabras para poder reivindicarse como cualquier otro adolescente abatido.
La verdad es que no sé quién soy, pero los
demás me califican de : ambicioso, soñador, altruista, afable y
tímido. Muchos dicen que ser tímido y callado es un gran defecto. Es verdad que
en ciertos casos me hace más vulnerable, pero en realidad si me abstengo de
hablar de ciertos temas es porque no tengo nada que aportar, eso me incomoda ya
que no me gusta ser ignorante. Esa es una de las razones por las cuales admiro
a la gente culta que siempre pueden añadir ideas , desarrollarlas y dejar
perpleja a la audiencia gracias a su intelecto y cultura capacidad la cual aspiro obtener.
A mí me hierve la sangre cuando la gente es
despectiva, racista, homófoba… En resumen, la gente que limita la libertad y
derechos de otras personas y aborrece a
los que piensan distinto. Esta es una situación en la cual la timidez me hace
vulnerable, y lo detesto.
Esta vulnerabilidad me lleva siempre por el
camino menos peligroso, por miedo a caer en un mar enfurecido a causa del
miedo, las inseguridades y el desconcertante futuro, que tanto se aleja de mi
reconfortante paz y tranquilidad.
Estoy en paz
cuando me tumbo boca arriba, mirando el techo, encerrado en mi conocida
y familiar habitación. Allí, el azar no puede alcanzarme ni hacerme daño. Allí,
en mi nido de calma, me rodeo de libros, música y pensamientos. Aunque estos
últimos sean violentos, tristes, insólitos e increíblemente difíciles de
entender porque se mezclan con las abrumadoras emociones, siempre podré volver
a mi lugar seguro y dejarme caer en mi colchón una vez más, mirando el techo
mientras espero a que mi cabeza ordene todo y lo calle hasta la próxima caída.
Mientras tanto puedo volver al montón, seguir
el camino que la sociedad nos ha impuesto hasta que mi valentía rompa el
eslabón que me ata a la cadena de la establecida normalidad. No para huir ni apartarme de la sociedad, si no para ser libre y crear
mi propia normalidad, mi libertad, mi vida.
La verdad es que si me preguntan quién soy, no sabría qué decirles, pero sé que mi nombre no me define… MAX