Educación



Opinión | EL LECTOR EXPONE
¿Miedo a la filosofía?



La Vanguardia Opinión| 20/07/2013 - 00:00h


Con los ecos de la ruindad humana en forma de corrupciones en el seno de los dos grandes partidos del país, se impone la certeza de una ley, como la Lomce, que será uno de los hitos del PP. Y digo hito porque esta tendrá consecuencias muy negativas en la sociedad española. Porque qué se puede esperar de una ley de educación que suprime la asignatura de educación para la ciudadanía, donde los derechos humanos son su parte fundamental y sus objetivos, sensibilizar a los alumnos en aspectos como la igualdad de género o la xenofobia. Y lo peor no es esto, sino que, junto a esta asignatura, se suprime también la ética de cuarto de ESO. 

Si esto es así, ¿quién dirá a los alumnos dónde están las claves para evitar errores morales y saber distinguir lo autónomo de lo que no lo es?; ¿quién enseñará a los que están creciendo las reglas universales de la moral más allá de cualquier particularismo político o religioso? El colmo de la ley que viene es el de reducir la enseñanza de la filosofía a un puro trámite dejando como una optativa la historia de la filosofía. ¿Por qué poner a un lado esta asignatura que nos sitúa en el centro de nuestras raíces culturales? Con estas acciones la ley fomenta el borreguismo. ¿Por qué este temor a la filosofía? ¿Por qué tener miedo a que a los chicos y chicas de este país se les enseñe a ser críticos? 

Esta ley es un error del sistema al mirar la educación con una visión economicista y miope. Y si este ministro quiere reformar la educación, que pregunte a quienes sabemos de las dificultades de la enseñanza; que se deje de hacer, desde los despachos, engendros como esta ley. Espero que quienes nos gobiernan dejen la enseñanza filosófica en el lugar que siempre ha ocupado. 

FAUSTINO LOBATO DELGADO

Badajoz



EL PODER DEL CINE EN LA EDUCACIÓN

Os dejo aquí esta interesantísima ponencia de la directora   Beeban Kidron sobre el poder del cine como instrumento en la formación y educación de las personas.

LA MARAVILLA COMPARTIDA DEL CINE







 ESCUELA Y CREATIVIDAD

Gracias al profesor de filosofía  Joan Méndez Camarasa, presidente de la Asociación Catalana de Filosofía Práctica (afpc), licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación, y Máster en Práctica Filosófica y Gestión Social por la UB he tenido acceso a la información sobre los estudios realizados por Sir Ken Robinson acerca de cómo fomentar la creatividad en las escuelas y en la educación en general.

Joan Méndez es filósofo asesor certificado por asepraf.   y profesor de filosofía . Ofrece cursos y talleres de divulgación filosófica en distintos centros culturales. Conduce cafés filosóficos en distintas localidades.
Ha participado como ponente en diversos congresos nacionales e internacionales. Asesor y autor de libros de texto en edebé y Santillana. Ha publicado como editor y coordinador, junto a Pepe Barrientos, los libros Filosofía y Espacios Sociales, e Intervenciones filosóficas en la sociedad. Ha promovido desde la afpc el I Congreso Nacional de Filosofía Aplicada.

Sir Ken Robinson (Liverpool, Inglaterra 1950) es un educador, escritor y conferenciante británico, experto en asuntos relacionados con la creatividad, la calidad de la enseñanza, la innovación y los recursos humanos. También ostenta el título de Doctor por la Universidad de Londres desde 1981
Debido a la relevancia de su actividad en los campos mencionados, especialmente en relación con el arte, fue nombrado Sir por la Reina de Inglaterra, Isabel II en 2003.
Durante cuatro años (1985-1989), Sir Ken Robinson fue el director del proyecto The Arts in Schools Project una iniciativa que pretendía mejorar la enseñanza y el aprendizaje de las artes en las escuelas británicas.
Desde 1989 hasta 2001 fue profesor de educación artística y portavoz del departamento de educación artística en la Universidad de  Warwick. Paralelamente, también fue encargado de las investigaciones para el desarrollo de la Facultad de Educación en la que trabajaba. A estos cargos hay que añadir los de Director de estudios de grado en el instituto Warwick para la educación, Director del programa de posgrado en educación artística y estudios culturales, y Director de la unidad para la investigación en educación, cultura y las artes, más conocida por sus siglas en inglés, URECA.
En 1998,  David Blunkett , Ministro de Educación y Empleo británico, lo puso al frente del comité consultivo nacional sobre educación creativa y cultura. Comité que, posiblemente, realizó la mayor investigación nacional sobre la importancia de la creatividad en la educación y la economía del Reino Unido.
Fruto del trabajo en dicho comité, se publicó el llamado Informe Robinson cuyo título formal, traducido, es: Todos nuestros futuros: creatividad, cultura y educación. El informe tuvo un gran impacto pues ponía de relieve el escaso papel que hasta entonces había recibido la creatividad y la importancia que sobre ella recaía el futuro, ya no sólo del país, sino de la propia humanidad.
Durante su carrera no sólo ha servido al gobierno británico sino que también ha trabajado para otros como, por ejemplo, el gobierno de Hong Kong y Singapur , la Comisión Europea e incluso para el Instituto de Artes Paul McCartney. Actualmente es profesor emérito de la Universidad de Warwick y su conferencia las escuelas matan la creatividad expuesta en el congreso Tecnología, Entretenimiento y Diseño,TED, es una de las más comentadas.



 WEB PERSONAL DE SIR KEN ROBINSON :http://sirkenrobinson.com/skr/

Os recomiendo que escuchéis la breve conferencia, dura unos 17 minutos y es interesante además de muy divertida  :





LA DIVERSIDAD DE LOS TALENTOS DE CADA INDIVIDUO conferencia 2010






Educación      salud     longevidad

LA VANGUARDIA 14/09/2012

Decía san Agustín que el conocimiento es la felicidad, y los ilustrados, que la educación era el camino para llevar al pueblo a ser feliz. Que la educación nos haga más felices no es fácil de medir, pero sí hay evidencias de que a mayor nivel educativo mejor salud y más años de vida

Más formación, mejores hábitos.

Los investigadores creen que quienes tienen mayor nivel educativo tienen un peso más cercano al  ideal. Los estudios indican que prolongar la escolarización previene el consumo de ­alcohol a edades tempranas. A mayor educación, más acceso a la información y más concienciación ante las campañas antitabaco.

Dicen las estadísticas que quienes tienen menos es­tudios van menos al médico y se cuidan menos.

La práctica regular de ejercicio también es más frecuente entre quienes tienen estudios medios o superiores

“Cada año de escolaridad adicional aumenta en un año y medio la esperanza de vida a los 35 años”. “Las personas con una formación básica tienen un 54% más riesgo de mortalidad que quienes poseen estudios superiores”. “La esperanza de vida a los 25 años es siete años superior entre quienes completaron estudios universitarios que entre quienes se quedaron en secundaria”. Estas son algunas de las conclusiones que arrojan diferentes estudios relativos a la incidencia de la educación en la vida de las personas. Son muchos los investigadores –de ámbitos y países diversos– que han analizado los efectos de un mayor o menor nivel educativo, y muy fuerte la relación que han encontrado entre educación y salud. “Hay diferencias muy grandes en indicadores como la longevidad, la mortalidad o la depresión entre las personas con más y menos educación”, explica Adriana Lleras-Muney, profesora de Economía en la Universidad de California (Los Ángeles), que ha investigado la vinculación entre salud y educación en Estados Unidos y en otros países americanos. Su experiencia es que “las personas con mayor nivel educativo se comportan de forma diferente: fuman menos, beben alcohol de forma más moderada, hacen más ejercicio, tienen un peso más cercano al ideal, van de forma más regular al médico y, en conjunto, terminan siendo más saludables y viviendo más tiempo”.





CIUTADANIA CRÍTICA:


Unitats didàctiques per a l'anàlisi de mitjans  ( per Xavier Breil)

Col·laborador d’AulaMèdia i membre de La Xarxa d’Educació en Comunicació. Professor de Secundària a l’Escola Sadako de Barcelona. Tècnic especialista en telecomunicacions i llicenciat en filologia catalana i actualment estudiant del màster en Educació i noves tecnologies. Formador de docents sobre Educació en Comunicació des de fa uns anys. Treballa com a assessor en TIC per a una editorial de llibres de text i també per a aquesta editorial ha dissenyat diferent material TIC per a l’Educació Secundària i Primària.

Os dejo este enlace que contiene información y reflexiones muy interesantes.

Es un material elaborado por un docente . El objetivo de las unidades didácticas que se presentan es formar ciudadanos conscientes, que sepan mantener un espíritu crítico y un criterio propio frente  al bombardeo al que nos someten los medios diariamente.

Os aconsejo que lo miréis con detenimiento.

http://ciutadaniacritica.wordpress.com/


Crecer, de Oriol Pi de Cabanyes 

La Vanguardia12-01-2011

Ser niño no es ninguna ganga, y menos ser adolescente, pero así lo creen bastantes adultos. Hemos asociado la felicidad al supuesto paraíso de la infancia, en donde todo es placer inocente, perpetuo, sin sombra de preocupaciones ni responsabilidades. Y como que queremos que esta felicidad perdure, evitamos todo “no” con la excusa de que no hay que frustrar, no traumatizar, no interferir, no presionar, no forzar la evolución hacia la edad adulta.
La llamada “renovación pedagógica”, que ya venía de Montessori y de Freinet, ha tenido mucho de bueno, pero sus resultados están a la vista.
Se ha considerado que lo principal era “la felicidad del niño”, aunque fuese en detrimento de su formación como adulto responsable. Prohibido el “no”, hemos educado en el consentimiento y el capricho. Se ha considerado, ya se ve con qué consecuencias, que es el niño, y no el futuro adulto responsable, el centro de la casa y de la escuela.
La educación ha pagado un alto tributo al antiautoritarismo, que corregía para bien anteriores excesos en sentido contrario. Pero sin la autoridad del adulto no hay niños ni adolescentes que aprendan a ser ciudadanos responsables. Los menores necesitan el ejemplo y la corrección tanto como el afecto y el estímulo. Otra cosa es si se quiere que la gran mayoría no pase de la minoría de edad mental. Que evolucionemos hacia el uso de razón puede que no interese a ciertos poderes.
Hasta el verbo estudiar ha cambiado completamente de sentido, para algunos. Ya no es el estudiante, dicen, el sujeto de la educación, el primer interesado en su formación, sino el maestro, que es quien debe saberlo “motivar”, pero eso sí, sin exigencias. Esta “comprensividad” ha sido nefasta. Muchos lo exigen todo a la escuela, pero nada a las familias, ni a la sociedad en su conjunto. Que también educa, por activa o por pasiva.
Afortunados los que hoy tienen trabajo. Afortunados también los que pueden estudiar: su trabajo es formarse, para su propio bien y el de todos. Estudiar es una inversión a largo plazo y de remuneración diferida, pero merece la pena en muchos sentidos.
Es a los adultos a quienes corresponde enseñar que el paso a la edad adulta exige un esfuerzo. Hacerse humano es una conquista tras una lucha que dura toda la vida.


Buenos modales, ¿una antigualla?

Victoria Camps
Profesora de Filosofía de la Universitat Autònoma de Barcelona
La Vanguardia 9-01-2011
Todas las palabras que en tiempos designaron la buena educación han caído en desuso. Modales, cortesía, urbanidad, compostura, son conceptos desaparecidos del lenguaje habitual y, me atrevería a decir, desprovistos de significado para las generaciones más jóvenes. Aunque el lenguaje no crea la realidad, sirve para ordenarla y darle sentido. La parafernalia que encumbró a los buenos modales fue parte irrenunciable de la educación de cualquier niño (más aún, de cualquier niña bien) hasta hace cuarenta años. ¿Por qué ha dejado de serlo? ¿Hay que imputar el cambio a la llegada de la democracia y de las libertades? ¿Es un cambio bueno o malo? Y si es malo, ¿es posible recuperar lo que se perdió?
No cabe duda de que el sentido de la educación ha dado un giro radical, mayormente para bien, pero no faltan las zonas grises. Es bueno que la educación básica alcance hoy a todos los estratos sociales. Que se haya desprendido de castigos y represiones absurdos, que haya suprimido algunas distancias, evitando rigideces disciplinarias y normas que encorsetaban y enturbiaban las relaciones. No lo es tanto, sin embargo, que la igualdad y las libertades, no siempre bien entendidas, y abonadas por reiteradas innovaciones psicopedagógicas, hayan propiciado una confusión de territorios, mezclando las funciones de maestros y alumnos, padres e hijos, en un totum revolutum en el que nadie sabe a qué está jugando.

Una a una han ido cayendo las obligaciones y las reglas más elementales, mientras la espontaneidad infantil cobraba un valor insólito. Era lógico que ocurriera. Era forzoso liberarse de las muchas constricciones ridículas que la educación franquista y nacionalcatólica había impuesto sin remisión. Pero el paso de una forma de educar a otra fue exagerado y sin concesiones. Se echaron por la borda las convenciones sociales sobre la base implícita de que las buenas maneras eran prejuicios trasnochados e inútiles, que marcaban barreras innecesarias entre el menor y el adulto, que tintaban de hipocresía relaciones que debían ser más naturales. ¿Por qué aprender a contenerse en lugar de permitir que cada cual se comportara a su aire? ¿A quién podían beneficiar las represiones si no a quien tenía poder para imponerlas?

La liberalización de las costumbres era bienintencionada. Había que desprenderse de mucho lastre autoritario y así se hizo. Pero ahora lamentamos haber ido demasiado lejos. Pues, al mismo tiempo, cambiaron los instrumentos de socialización. Vino la tele y unos programas cuyo mayor objetivo era enganchar a la audiencia, infantil o adulta, al precio que fuera. Se aceptó el lenguaje incorrecto y chabacano. Empezó a estar bien vista la blasfemia y la palabra soez, las salidas de tono eran divertidas, incluso en boca de los personajes públicos. Se adoptó la crítica fácil que recurría a la burla y no al argumento. Digamos que nos volvimos todos un poco cínicos, en el sentido de los antiguos filósofos griegos, que no sabían distinguir la crítica social de la mala educación y se jactaban de incumplir las normas sociales más aceptadas. Diógenes fue uno de ellos: vivía en una cuba de vino, se exhibía desnudo, y defecaba en la calle. Así daba a entender su desacuerdo con el sistema y con los abusos de poder.

"Manners before morals" (Maneras antes que morales), escribió Oscar Wilde en boca de un personaje de la obra El abanico de lady Windermere.Las buenas maneras son el principio de la moral. Las formas o los modales cultivados no reprimen las emociones, sólo las reconducen, con el objetivo de mostrar que la compañía de los otros no nos es del todo indiferente. Ser civilizados tiene un coste, supone reprimir ciertos deseos, no dar rienda suelta a la espontaneidad, guardar las distancias, dar importancia al respeto mutuo. La cortesía es una ficción, no cabe duda, lo ha notado bien el filólogo Eustaquio Barjau, pero una ficción necesaria porque resuelve la contradicción que sentimos al querer ser libres y autónomos y tener que vivir con los demás.
A los buenos modales hoy los llamamos civismo. Un concepto vinculado a la ciudadanía y a la civilidad glosada con entusiasmo por Eugeni D´Ors. El civismo es más democrático, sustituye a la cortesía y a los buenos modales, que eran impuestos por la clase alta - la corte-,la que creaba las reglas y las modas, al resto de la sociedad. La voluntad de ser iguales ha forzado el cambio de lenguaje. En las escuelas no hay clases de urbanidad, sino de ciudadanía. Pero si queremos recuperar los buenos modales, el civismo se queda corto. Según el escritor satírico irlandés del siglo XVIII Jonathan Swift, autor de Los viajes de Gulliver,"las buenas maneras son el arte de que los demás se encuentren bien con uno mismo". Un arte que no sólo se cultiva en la ciudad o en el espacio público, sino en la escuela y, sobre todo, en la familia.

El milagroso "Efecto Pigmalión" en la convivencia cotidiana

Relata Ovidio en su obra Metamorfosis la historia de Pigmalión, un monarca chipriota que destacó por su sabiduría como regente. Su tiempo libre lo dedicaba a la escultura. Un día comenzó un ambicioso proyecto: crear una figura femenina de mármol tan perfecta como ninguna mujer real podría serlo. Trabajó incansablemente hasta lograr su objetivo. Cuando hubo acabado, la vistió con las mejores galas y le impuso el nombre Galatea.

Pigmalión comprendió que se había enamorado de la estatua, y pidió a la diosa Afrodita que infundiese vida a Galatea para poder amarla. La deidad se lo concedió diciendo :     "Mereces la felicidad que tú mismo has moldeado. Ahí tienes la esposa que has elegido". Pigmalión advirtió que uno de los dedos marmóreos se movía y palpitaba. Ante sus atónitos ojos, Galatea adquirió los primeros rubores en las mejillas e inició un grácil movimiento, bajando del pedestal para sonreír a su creador. Éste le rogó que se desposase como reina de Chipre. Ella le indicó que le bastaba ser su amante compañera.

Las variantes de la leyenda griega de Pigmalión y Galatea son múltiples en la historia del arte y la cultura, naciendo con el precedente bíblico de Eva como costilla de Adán. Ha inspirado a pintores y músicos, a dramaturgos y psicólogos. Destaca la obra del Premio Nobel de literatura George Bernard Shaw, Pigmalión, llevada al cine en dos oscarizadas ocasiones, la última por George Cukor como My fair lady ( Mi bella dama).Allí una inolvidable Audrey Hepburn da vida a Eliza, descarada florista barriobajera a quien el lingüista profesor Rex Harrison convierte en aristocrática dama. Para no extendernos con derivaciones  en obras pictóricas y partituras, citemos una sola oración cervantina como referencia concluyente: "El Quijote sí creyó y trató a Dulcinea…como a una reina".

Filtrando los matices sexistas y paternalistas, los educadores hemos aprendido mucho del "síndrome Pigmalión" para el desarrollo pleno de todas las posibilidades del alumnado. Olivier Reboul condensa la tarea pedagógica como la de redimir la preciada estatua ignota y presa en un bloque amorfo : "Educar no es fabricar adultos según un modelo, sino liberar en cada persona lo que le impide ser él mismo, permitirle realizarse en su genio singular". En la búsqueda del máximo desarrollo de las variadas capacidades de todo ser humano, se encontrará la irrepetible identidad personal y la elección singular del destino vital. Para ello conviene aplicar generosa y generalizadamente el patrón Pigmalión: creer en cada uno de los estudiantes, manteniendo docentes y progenitores altas expectativas en cuanto a las aptitudes de sus pupilos e hijos, sobre todo  en el caso de los más desfavorecidos.

Los familiares y toda la comunidad educativa deben creer en los inconmensurables talentos decada joven, especialmente en la etapa en la que la maduración evolutiva origina inseguridades. "Creer para crear" posibilidades ciertas en todos los escolares con independencia del recorrido anterior y de los fatalismos estadísticos. Afirmando sus formidables facultades se logra el prodigio de vencer el fatídico determinismo del "fracaso escolar" darwinista que una buena educación puede superar.

Está demostrado que cuando un padre, un tutor o un responsable creen y transmiten elevadas expectativas a sus hijos, discípulos o personal logran de éstos el máximo rendimiento, al límite de sus inexploradas capacidades. Se configura así un "circulo virtuoso" que mejora esperanzas y resultados, creciendo eficazmente todos por la armónica interacción.

Moraleja: "Mantengamos las más altas ilusiones en aquellos con quienes convivimos; si sinceramente creemos en sus posibilidades , las veremos cumplidas". Difundamos en nuestro entorno este optimista mensaje de fe en nuestros familiares y amistades, en colegas y convecinos. El éxito se construye en una atmósfera positiva que presupone bondad y capacidad en las personas. Las expectativas que proyectan nuestros personajes de referencia, a quienes queremos y en quienes confiamos, repercuten y determinan decisivamente nuestra vida. Si ellos creen en nosotros, su consideración se nos transmitirá y mejoraremos. Todos cumplimos las profecías que nos predicen porque las asumimos. La confianza obra prodigios. Si creemos en nuestra fortaleza, creamos nuestra capacidad. Ésta es la Poción Pigmalión o la Ley del Espejo:
"Tratadme como alguien excepcional y lo seré". Así funciona con cada uno de nosotros. Probadlo en los demás y veréis sus maravillosos efectos.
                     Mikel Agirregabiria Agirre. Educador                                                                                                                          www.mikelagirregabiria.tk

 La calidad de la educación catalana reacciona y se sitúa a sólo dos puntos de la media de la OCDE en el informe PISA

España mejora su puntuación aunque sin subir de posiciones | Finlandia y Corea del Sur alcanzan las posiciones más elevadas

lA VANGUARDIA  | 07/12/2010 - 12:02h

 Catalunya ha mejorado su puntuación superando la media española y obteniendo su mejor marca desde que participa en este estudio. Concretamente 498, sólo dos puntos menos de la media de la OCDE, y 21 más que en la última edición de 2006. La media española se sitúa en una puntuación de 481, veinte puntos más que en el pasado estudio. Por su parte, los escolares de Finlandia y Corea del Sur alcanzaron los mejores resultados en conocimientos científicos, matemáticos y comprensión lectora en el último informe PISA de la OCDE, que indica qué estudiantes están más capacitados para el futuro.
Los escolares españoles de quince años mejoraron su nivel de comprensión lectora y sus conocimientos matemáticos y mantuvieron los científicos en el último informe PISA de la OCDE dado a conocer hoy en París.
Los estudiantes que participaron en el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) puntuaron mejor en 2009 que los que lo hicieron en 2006, aunque en las tres áreas quedaron por debajo de la media de los países de la OCDE. España es uno de los cinco países con más estudiantes repetidores, hecho que le impide obtener una mejor puntuación.
En comprensión lectora los españoles -participaron 27.300 alumnos de 15 años de 910 centros educativos de todo el país entre abril y mayo de 2009- alcanzaron 481 puntos, más que los 461 que tuvieron en 2006 y exactamente los mismos que tres años antes.
En conocimientos matemáticos los estudiantes españoles mejoraron en tres puntos los 480 que se alcanzaron en 2006 -pero aún inferiores a los 485 del año 2003- y en ciencias igualaron la puntuación de hace cuatro años (488, frente a los 487 de hace siete años).
PISA es una evaluación cíclica (cada tres años) de las competencias alcanzadas por los estudiantes en las materias citadas, aunque una de ellas ocupa la mayor parte del tiempo de evaluación en cada convocatoria y en 2009 fue la comprensión lectora.
En el informe PISA 2006, el nivel de comprensión lectora de los alumnos españoles descendió de forma "muy notable" en comparación con 2003; el de matemáticas fue "ligeramente inferior" y de ciencias apenas varió.
En comprensión lectora, España quedó en el informe de 2009 por debajo de la media de la OCDE, que fue de 494 puntos y que superaron, entre otros, Corea del Sur, Canadá, Australia, Estados Unidos, Suecia, Alemania, Irlanda y Francia.
Obtuvieron puntaciones similares a la media el Reino Unido y Portugal (ambos con 494 puntos) y se situaron por debajo de aquélla y de la de España países como Austria (470), Luxemburgo (472), Chile (449) y México (425).
En conocimientos matemáticos, los 483 puntos de los españoles quedaron por debajo de la media de la OCDE y al mismo nivel que los de Italia, pero detrás de Estados Unidos, Alemania o Francia y muy lejos de los 546 puntos de los estudiantes surcoreanos o los 541 de los finlandeses.
En éste ámbito los españoles quedaron también por delante de chilenos (421) y de mexicanos (419), aunque fueron superados por checos (493) y eslovacos (497), así como por los austríacos (496).
En conocimientos científicos, los estudiantes españoles quedaron por detrás de las grandes economías de la OCDE pero también detrás de los portugueses (493), de los húngaros (503), de los eslovenos (512) y de checos (500) y eslovacos (490).
En éste ámbito los escolares españoles quedaron delante de chilenos (447), mexicanos (416) y griegos (470).
Los alumnos de Finlandia y Cora del Sur, los mejores
Los alumnos de 15 años de Finlandia y Corea del Sur alcanzaron las calificaciones más elevadas de entre 65 Estados y territorios analizados en 2009 y que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) reveló hoy.
Finlandeses y surcoreanos destacaron notablemente por encima de la media de los 33 países de esta organización del mundo desarrollado que pone de relieve especialmente los casos de dos ciudades chinas que se alzan a la cabeza mundial por la capacidad de sus estudiantes.

NUEVAS COMPETENCIAS
En el informe PISA que ahora se conoce se obtuvieron resultados de un total de 470.000 alumnos que hicieron las pruebas en 2009, a los que se agregaron otros 50.000 en 2010, lo que hace que representen en total a unos 28 millones de escolares.
Por primera vez, este informe tuvo en cuenta las capacidades de los estudiantes para leer, entender y utilizar textos digitales y cada escolar tuvo que dedicar dos horas para rellenar los cuestionarios distribuidos.Los organizadores adelantaron que la próxima edición del informe PISA (en 2012) volverá a considerar las matemáticas como el área de principal atención y que en 2015 las ciencias serán la materia que tendrá la valoración principal.
Y dijeron que en los informes futuros se atenderá más a la capacidad de los escolares para leer y entender textos en formato digital, así como en la resolución de problemas presentados digitalmente, dada la importancia creciente de la tecnología de la información.