lunes, 29 de noviembre de 2010

EL ARTE DE LA ORATORIA

SOLEDAD PUÉRTOLAS SE INCORPORA A LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA DE LA LENGUA Y RECOMIENDA QUE LOS ESTUDIANTES APRENDAN ORATORIA


Soledad Puértolas: "Los jóvenes deberían aprender oratoria"
La escritora zaragozana se incorporó el pasado lunes a la Real Academia de la Lengua Española; la quinta mujer en acceder a esta institución

Pedro Vallín | Madrid | 28/11/2010 |  Cultura
La escritora zaragozana Soledad Puértolas se incorporó el pasado lunes a la Real Academia de la Lengua Española –la quinta mujer en acceder a esta institución– para ocupar el sillón g, y lo hizo con un discurso sobre los personajes secundarios del Quijote, un texto en el que lleva trabajando desde que se anunciara su incorporación a la RAE, el invierno pasado. Acostumbrada a su refugio en las afueras de Madrid, una casa centenaria en la que los primeros inquilinos salpicaron el solado del zaguán con cerámicas alusivas al Quijote. El tráfago de estos días ha sido pues una ruptura en una rutina de serenidad conquistada con el paso de los años. Puértolas no es disciplinada en la escritura, confiesa, ni compulsiva en la lectura. Le gusta escribir por las mañanas y para las tardes prefiere la conversación o la lectura. Para la autora de El bandido doblemente armado, la intensidad de los últimos días es excepcional. Pronto volverá sobre su nuevo libro, basado en un viejo escrito de juventud en el que, descubrió, había el germen de una buena novela.


Cómo ha llevado la ceremonia, la gravedad institucional de la Academia en este desembarco suyo?
Creo que soy un poco inconsciente de esas cosas. No me ha pesado mucho, la verdad, aunque ya necesitaba descansar, desconectar. Y mi forma de tranquilizarme es pasar el día en casa.

¿Sufrió nervios?
Creía que no iba a ponerme nerviosa, pero al final fue más de lo que imaginaba. Estaba preocupada de que no me temblaran la voz, las manos ni las piernas, pero estaba muy mentalizada, y en cuanto empecé todo fue bien. En el fondo me sentí más a gusto de lo que había sospechado porque había un ambiente muy cálido. Había muchos amigos allí y también la familia, y todo el mundo fue muy acogedor conmigo.

Pasada la ceremonia de ingreso, ¿cuándo comienza su labor como académica?
El jueves, hubo Junta General.

¿Y?
Como todavía no estoy adscrita a ninguna comisión, no tuve que intervenir. Si le digo la verdad, estaba casi más nerviosa el jueves que el día del ingreso.

¿Como empezar las clases?
Sí, como cuando me incorporaba a las clases con 14 años y era la nueva. Quieres que ese día, en que todos están pendientes de tí, pase cuanto antes.

Cree que le va a pesar en alguna medida su condición de académica en su labor como escritora de ficción? ¿Es una responsabilidad para el escritor?
No creo, no. Los creadores somos muy nuestros, nos abstraemos bastante a la hora de crear debido a la misma naturaleza de lo que hacemos. Lo que tengo que hacer ahora es ordenar la cabeza y la mesa, eso sí, pero cuando te pones a escribir es como si hicieras clic para sumergirte en un mundo propio.

Es importante organizar la mesa para ordenar la cabeza. Sí, ¿verdad?
Es algo que va parejo. hasta que no ordene el escritorio, no puedo organizarme. Después de centrarme estos meses en el discurso de la Academia hay que colocarlo todo para volver a escribir. La verdad es que estoy cansada, pero contenta.

Hay temporadas en que la Academia no da señales de vida y de pronto ocupa un montón de titulares. A usted le ha tocado entrar en un momento movido, con la nueva ortografía y los cambios de los nombres de las letras...
Cierto, de eso se informó el jueves en la junta. Ha provocadomucho revuelo este asunto.

¿Llegó a alguna conclusión?
Bueno, se hizo un resumen de la situación y percibí esa conmoción que ha causado sobre todo en otras academias, pero también que el asunto no está cerrado. En Guadalajara se volverá a plantear, no se trata de normas estrictas y todo está abierto a la discusión, por lo que yo he visto. Pero como era un mero informe y no hubo debate el jueves, tampoco tengo una idea exacta de cómoestán repartidas las esensibilidades de los académicos.

¿Teme que esta labor le robe tiempo de sus quehaceres literarios?
No, no. Es una tarea muy específica, muy acotada en el tiempo la que requiere la Academia. Además, me he esforzado mucho en defender mi territorio para escribir, no es probable que ser académica afecte a eso.

Entonces, ¿para cuándo su nueva novela?
Uy, no lo sé. ahora dejaré pasar unos días y luego me pondré a repasarla, porque ya está escrita.

¿Le exige mucho tiempo repasar un relato ya escrito?
Mire, o me lleva mucho o no me lleva nada. Centro mi atención en discernir si algunos episodios requieren más extensión, o más profundidad...

No es persona muy normativa y tampoco se ve como guardia de corps de las palabras. ¿Cuál cree que será su papel?
Creo que debo ser natural, escuchar los planteamientos y hablar con franqueza. En todo caso, el tiempo dirá cuál es mi papel.

No se veía como académica, pero se supone que si la han propuesto, han pensado en qué medida enriquece la institución.
A esa indulgencia me atengo.

¿Se atreve con un diagnóstico de la situación de la lengua?
Cuando viajas a otros países hispanos ves que aquí tenemos una formación pobre, que no se ha valorado la expresión. Habría que enseñar a apurar más la lengua.Quizá enseñar retórica?
Oratoria, quiere decir, ¿no?

Perdón, sí. Sí, eso sería una buena forma de aumentar la capacidad de expresión oral y escrita. La enseñanza de la lengua es muy árida y no nos han estimulado a emplear la lengua para nuestros objetivos. Cuando estudiaba se pedía hacer resúmenes y redacciones y yo me lo pasaba muy bien y me sentía muy valorada. La lengua es un instrumento lleno de recursos y podemos y debemos aprender a adaptarla a nuestros objetivos. No hacerlo es una pena en lo profesional y en lo personal

ORATORIA:
 Arte de hablar con elocuencia.
 Disciplina del género literario que se aplica en todos los procesos comunicativos hablados, tales como conferencias, charlas, sermones, exposiciones, narraciones .


En todos estos  procesos se aplica la oratoria y por lo general su fin es persuadir. Este fin es lo característico suyo, lo que la distingue de otras disciplinas: la didáctica enseña; la poética deleita; y la oratoria persuade. Persuadir es hacer que las personas tomen decisiones y actúen .

APRENDEMOS POR IMITACIÓN


La solución es de todos

Mª Rosa Buxarrais- La Vanguardia 9-01-2011

Es fácil oír a menudo a personas mayores quejándose de la poca educación de jóvenes en el transporte público (no ceden el sitio, ponen los pies en los asientos, gritan de un extremo a otro...) o lamentando la ausencia del saludo al llegar a un lugar, de las gracias ante un favor, etcétera. Todos estos comportamientos entran dentro de lo que llamamos buenos modales o buena educación: actos que expresan el nivel de conciencia que tenemos hacia la dignidad de las demás personas.

Observando a nuestro alrededor - familia, amigos, escuela, trabajo, medios de comunicación-,parece que los buenos modales no están de moda. No podemos excusarnos en que no hay otra opción en esta sociedad individualista. En muy poco tiempo, el mundo ha logrado grandes avances - en la ciencia y la tecnología, por ejemplo-,pero en otros - las relaciones humanas-,podríamos decir que ha sufrido un retroceso. Muchos han olvidado lo importante de un trato correcto con los demás.

Por otro lado, los buenos modales deben enseñarse. Y no podemos esperar que sólo los maestros en la escuela lo hagan, porque aunque puedan fomentar conductas como: habla sin gritar o respeta al otro, no pueden asegurar que se conviertan en hábitos. Es en casa donde los padres debemos potenciar los buenos modales predicando con el ejemplo desde que el niño nace, para que llegue a ser parte de su forma de ser durante toda su vida.

No hace mucho, existía un manual de Urbanidad y buenas maneras con las reglas que seguir para convivir en sociedad, que siempre existieron y deberían continuar existiendo. Estas normas son indispensables para que una sociedad subsista y continúe siendo civilizada, y deben practicarse constantemente para formar hábitos de buena educación.

Tener buenos modales requiere cierta sensibilidad para prever los sentimientos de otras personas y estar en consonancia con ellos. En términos actuales, diríamos tener inteligencia emocional, entendida como la expresión del don de agradar a los demás, de utilizar habilidades comunicativas para generar bienestar alrededor (respetar, saber escuchar, etcétera).

Los buenos modales nos abren las puertas hacia el futuro, un futuro donde se procura el bien de los que nos rodean, no sólo el propio. Habrá que ir a contracorriente, si hace falta, y tomar conciencia de que esto supone una acción colectiva y un compromiso de toda la sociedad. La solución está en todos nosotros.